Este 28 de junio, se conmemoran 50 años de los disturbios en el emblemático bar Stonewall Inn del barrio neoyorquino de Greenwich Village Nueva York, punto de encuentro de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y los queer (LGBTIQ+), donde estalló un disturbio con la policía que marcó un antes y un después en la década de los 60, exigiendo por primera vez al mundo, su reconocimiento y extensión a una puerta a la reivindicación mundial.
Texto: Alba Ciudad (Angie Vélez)
Junio, un mes emblemático para el orgullo gay, se caracteriza por una serie de actos que la comunidad LGBTIQ+ celebra anualmente de forma pública para instar a la tolerancia y la igualdad de su colectivo, recordando además que queda bastante camino, para lograr que todos los miembros de esta comunidad, gocen de un trato igualitario en la sociedad.
Según la Agencia EFE, Mark Segal, veterano de Stonewall recordó que, «Ese pequeño de 18 años que era, nunca pensé que estaría aquí 50 años más tarde hablando sobre lo que pasó. (…) No sabíamos que estábamos haciendo historia. Simplemente sabíamos que algo había cambiado».
Para ese año de 1969, las relaciones entre parejas del mismo sexo, eran ilegales, sumado a eso la Asociación Americana de Psiquiatría consideraba la homosexualidad como una enfermedad mental, la castración, la terapia emética, la hipnosis, la terapia de electrochoque y las lobotomías eran los medios usados por los psiquiatras para intentar «curar» a los homosexuales de sus deseos.
Los primeros grupos homófilos de EE. UU. fomentaron una cultura de no confrontación entre homosexuales y heterosexuales en su afán por demostrar que las personas homosexuales podían insertarse en la sociedad.
La noción básica del «orgullo LGBTIQ+» reside en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, sea cual sea su sexo o identidad sexoafectiva.
Tomado de: Comunidad LGBTIQ recuerda 50 años del inicio de la lucha para su reivindicación social
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