Para José Gregorio Hernández, director y escritor en ascenso, este es el momento ideal para esta película de corte dramático, que suspende en lo alto el tema sobre el prejuicio hacia las uniones igualitarias y los matices sobre la familia perfecta.
Texto: Ciudad Caracas
Desarrollado por Sebastian Films, Medicarte, Enfoque 20/20 y con el auspicio del CNAC, la dirección estuvo acompañada por María José Aguilar, llevando a la gran pantalla una fuerte pieza en la que las opiniones encontradas y el final suspensivo son el plato fuerte de este largometraje.
Durante seis semanas de rodaje, entre Maracaibo y Caracas, esta historia basada en hechos reales retrata a Paúl (José Gregorio Hernández), quien se divide entre su paternidad y el show que monta en el bar que dirige. Guillermo, su hijo de 8 años, transcurre entre la polémica que enfrenta a las dos familias, en las que cada miembro representa el miedo, la frustración y los distintos puntos de vista de nuestra sociedad.
Tibeu, el esposo de Paúl, padece el juicio y el rechazo como nuevo integrante de la familia, pero logra poner en tela de juicio la funcionalidad de las familias, según un modelo social.
El filme se estrena este 29 de diciembre en todas las salas del país y promete contribuir a reforzar los criterios de inclusión, igualdad, tolerancia y los nuevos proyectos de familia. Con un elenco conformado por las primeras actrices Caridad Canelón (Noelia, madre de Paúl) y Francis Romero como la abuela de Guillermo), ejemplifican a la perfección las crisis familiares que como madres intentan resolver, a pesar de sus propios miedos y prejuicios.
Tomado de: Ámbar se presenta como un filme para la tolerancia
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