Meimei Bastos, poeta y escritora brasileña que recientemente participó como invitada especial en la edición de la Filven 2018, ofreció una entrevista para Alba Ciudad 96.3Fm donde dio a conocer sus apreciaciones sobre el escenario que se avecina para el sector cultural, y en general para el pueblo de Brasil con la presidencia de Jair Bolsonaro y su gabinete ministerial recientemente anunciado
¿Cuáles son las principales conquistas en materia cultural que viene acumulando el pueblo brasileño que ahora están en riesgo a partir de la decisión de eliminar el ministerio de cultura?
Un pueblo que no conoce, no practica, enaltece y valoriza su cultura es un pueblo fácilmente dominado. Y para mí, este es el principal objetivo del actual gobierno. Debilitar nuestra cultura, intensificar la absorción de culturas extranjeras imperialistas para así abrir cada vez más espacio para que los gringos vengan aquí y nos exploten, que vengan aquí y hagan lo que bien entienden con nuestro pueblo y nuestras riquezas. Ellos quieren entregar el brasil y están trabajando para eso. El Ministerio de Cultura, creado en 1985, fue una conquista de la comunidad cultural y de la sociedad brasileña durante la redemocratización. Era responsable de la formulación, fomento y gestión de las políticas culturales de las más diversas áreas, de la preservación de la memoria nacional a la realización y financiamiento de proyectos. su extinción es una gran pérdida para toda la clase cultural del país pone en riesgo todas las conquistas. Es como el incendio criminal ocurrido en el Museo Nacional de la República. Es un duro ataque contra la nación brasileña.
En general como caracterizas el gabinete anunciado por Bolsonaro, ¿Cuáles consideras que son los sectores sociales con mayor vulnerabilidad a partir de las políticas que implementan estos ministros?
El actual gobierno, del que, no me siento representada y en el que seré oposición y resistencia representa lo más atrasado que tenemos hoy. Es la cara del fundamentalismo, del conservadurismo y del binarismo. El actual gobierno no dialoga con la diversidad, mucho menos con la realidad del pueblo brasileño. Ello representa una capa de nuestra sociedad que estaba perdiendo espacio, no pudiendo ejercer sus prejuicios de raza, clase, género y etnia y que con ello se vio amenazada y usó de todos los recursos más bajos para ocupar el poder. Bolsonaro y su gabinete gobernará para esa parte de la sociedad y para los intereses de los gringos, especialmente de los Estados Unidos, ante quienes se postran. Esto es una vergüenza para el país y pone en riesgo a todos los sectores sociales, especialmente a los entendidos como minorías: pueblos originarios, negros, mujeres y LGBTQI. Una de las primeras acciones de ese gobierno fue extinguir el ministerio del trabajo y de la cultura, después entregó la demarcación de las tierras indígenas y quilombolas al ministerio de la agricultura, como quien entrega el gallinero al zorro, redujo el salario mínimo ya previsto para 1006 reales a 998, El ministro de educación prevé recortes en la educación, la educación no es un área donde se debe hacer cortes, es un área donde se debe invertir incansablemente, porque es a través de la educación y la cultura que la gente realiza las principales transformaciones y ellos saben eso. Por eso, desmantelan todo. Desmantelan el estado, la economía y serán responsables de un gran retroceso en la sociedad civil. Será el gobierno del retroceso y de las tinieblas. Es el principal reto que debe asumir el movimiento popular brasileño ante este nuevo escenario con miras a la retoma del poder político, los desafíos serán muchos y diversos. Yo jamás imaginé que pasaría por algo así. Nunca imaginé que tendría que luchar por pautas que para mí estaban resueltas, pues se trataban de derechos humanos, pero en la toma de posesión Bolsonaro dijo que lo políticamente correcto no formaría parte de Brasil, y lo eso ¿Qué significa? ¿Qué significa ser políticamente correcto para esa gente? Es lo que conocemos como alteridad, el respeto y el reconocimiento del otro. Él dejó bien claro en su pronunciamiento que perseguirá a todos los que no comparten su misma ideología. Es un salto hacia atrás tan gigante que siento que pronto estaremos quemados por la inquisición bolsonarista, que defiende que la tierra es plana y que no necesitamos vacunas contra enfermedades porque al final, Dios está por encima de todo. Es como si estuviéramos volviendo a la edad media. El desafío será: no volver a la edad media.
¿Cuáles son las medidas de resistencia que va a desplegar el movimiento cultural ante este nuevo escenario?
Ciertamente la comunidad cultural, como lo hizo en otros momentos sombríos de la historia brasileña, seguirá resistiendo con altivez a ese momento de tinieblas y vencerá. En 2016, bajo la dictadura de Temer, la clase cultural inició una serie de ocupaciones de espacios culturales públicos, diversas protestas y manifestaciones ocurrieron en todo el país. Creo que iremos en ese sentido. No nos callarán, ni nos dejaremos intimidar. Yo, particularmente, seguiré escribiendo y realizando las actividades culturales y políticas que realizo en las periferias. Pienso que son en esos espacios los que debemos mantener, en las comunidades, al lado del pueblo, construyendo nuevamente el poder popular. Brasil no es un país de imbéciles y entreguistas, somos un pueblo de lucha y resistencia, cada vez más. Ya pasamos por períodos muy difíciles. No será Bolsonaro quien nos llevará las fuerzas.
Tomado de: "Un pueblo que no conoce, no practica, enaltece y valoriza su cultura es un pueblo fácilmente dominado"
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