El ministro del Poder Popular para la Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas, fue entrevistado por Paolo Moiola para el medio italiano Diritti Globali, en torno a la situación de Venezuela, la crisis política y económica, el bloqueo y las sanciones, la autoproclamación de Juan Guaidó como supuesto presidente interino y el apoyo que le brinda el presidente estadounidense, Donald Trump.
1) ¿Quién es este joven de 35 años que emergió de la nada y que se ha auto-proclamado presidente? ¿Quién está detrás de él?
-Dos meses atrás, sólo su familia y unos pocos se sabían el nombre de ese señor. Hoy lo ha hecho famoso Mr. Trump al escogerlo como su títere para una intervención extranjera en Venezuela. Y, aun así, quienes por reflejo condicionado le endosan su apoyo tampoco lo conocen. Nadie sabe cómo piensa, ni su trayectoria. Nadie le ha preguntado, ni él ha expuesto, sus opiniones en torno a los asuntos básicos sobre los cuales fija posición cualquier aspirante a la presidencia de cualquier país del mundo. Es, simplemente, una ficha de tercera fila en el elenco de la derecha venezolana, absolutamente desechable por sus actuales “amigos”, así, entre comillas. Venezuela primero conoció su trasero al aire -no estoy exagerando-, antes de escuchar de su boca alguna frase propia o ajena. En las elecciones parlamentarias de 2015, realizadas con el mismo sistema electoral y los mismos rectores del CNE que hoy Trump objeta, este caballero llegó de segundo en el estado Vargas, donde obtuvo 97 mil votos para ser diputado, bastante menos que los 9 millones de votos que fueron emitidos tres años después en las elecciones presidenciales del 20 de mayo, cuando Nicolás Maduro derrotó a Henri Falcón con el 67 por ciento de los votos y fue reelecto para el periodo 2019-2025, de acuerdo con nuestra Constitución Bolivariana.
La segunda pregunta, debo matizarla. Detrás de Guaidó están los incautos que durante años han cifrado sus esperanzas en personajes con fuerte exposición mediática y apoyo económico que luego, al poco tiempo, ellos mismos aborrecen por desencanto. La lista es larga. Delante de Guaidó está Trump. Como ha dicho nuestro canciller, Jorge Arreaza, esta es la primera vez en que EEUU no está detrás de un golpe de Estado, sino delante. Trump y su camarilla de fanáticos extremistas de derecha desplazaron sin recato a los voceros de la oposición venezolana, de todos los partidos, quienes ahora se enteran por TV y Twitter de las decisiones de Trump sobre Venezuela, su política y su petróleo, a través de Pence, Pompeo,Bolton, Abrams o Marco Rubio. Ya prácticamente ni siquiera reciben instrucciones. El imperio ha decidido ponerlos a un lado y operar directamente ellos en Venezuela.
2) Ministro, ¿cree Usted que la gravísima crisis económica en Venezuela ha sido inducida desde el extranjero, o depende de los errores del gobierno de Maduro?
Más allá de la propaganda neoliberal, que interesadamente reduce el caso venezolano al “fracaso del socialismo”, Venezuela tiene complejas particularidades que no pueden evaluarse sólo desde una óptica economicista, las cuales, por cierto, el imperialismo conoce muy bien y las ha aprovechado para atacar al país desde afuera y desde adentro con el fin de asfixiarlo económicamente, como ha dicho con desparpajo el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Ya mucho antes de la llegada de Chávez al poder estudiosos neoliberales publicaban estudios, como uno célebre titulado “Venezuela, una ilusión de armonía”, donde cuestionan el modelo preexistente. Venezuela fue el lugar donde el FMI ensayó su paquete de ajustes en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, que trajo como consecuencia el estallido social del 27 de febrero de 1989 -conocido como El Caracazo- y la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, liderada por el comandante Hugo Chávez.
Es decir, las complejidades de la economía venezolana son muy anteriores a la Revolución Bolivariana, que ha tenido que abrirse paso en la búsqueda de la justicia social, la independencia y diversificación económica enfrentando tales particularidades, a veces con éxito y en otras sin él. Tenemos una bendición que a la vez opera como una maldición, el petróleo, y como vecino al principal exportador de cocaína del mundo, Colombia, cuya economía históricamente ha parasitado a la nuestra. Sin duda el comandante Chávez comenzó la construcción de un modelo alternativo, el socialismo bolivariano, apenas incipiente, y el presidente Nicolás Maduro ha continuado su empeño, pero en lo esencial se mantienen las debilidades y complejidades históricas de una economía capitalista periférica, rentista, importadora y dependiente.
El bloqueo y la persecución económica han golpeado duramente a nuestra población, trayendo hiperinflación, dificultades para la importación de medicinas y alimentos, insumos industriales y materias primas, acceso al crédito internacional y obstrucción de cualquier transacción financiera. Más recientemente han congelado bienes y fondos de Venezuela por miles de millones de dólares, incluyendo activos de CITGO y PDVSA en EEUU y reservas en oro depositadas en Londres. Si antes era relativamente encubierta, ahora es completamente abierta la guerra que EEUU y sus aliados han declarado a la economía venezolana.
Aun así, no ha sido cerrada ninguna universidad, ninguna escuela, ningún centro de salud, ni los trabajadores han dejado de cobrar sus salarios. El presidente Nicolás Maduro ha hecho magia para llevar a millones de hogares cajas con alimentos básicos, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), que han derrotado hasta ahora el intento de doblegar por hambre al pueblo, como intentó hacer Hitler con el bloqueo a Leningrado en la II Guerra Mundial, o como sucesivos gobiernos de EEUU han intentado con el bloqueo económico a Cuba.
¿Errores? Seguramente muchos, como errores cometen todos los gobiernos del mundo, incluyendo el del El Vaticano, que se supone especialmente bendecido por Dios. Por último, me permito una pregunta: Si la causa fundamental de nuestros problemas económicos son los errores del Gobierno, ¿por qué EEUU y sus aliados están tan empeñados en su cruel política de sanciones y bloqueo, cuando -según su línea de razonamiento- deberían simplemente sentarse a esperar que esos errores terminen de hacer colapsar al modelo que tanto aborrecen? Si realmente les preocupara la economía venezolana deberían levantar sus sanciones y dialogar con el gobierno venezolano para establecer una relación constructiva y de mutuo respeto, incluso en el campo de la economía.
3) ¿Como poner un freno al nivel extratosferico de la inflación? Los CLAP son una solucion temporanea? El plan “Vuelta a la patria” funciona?
Reitero: la mejor manera de ayudar a Venezuela a superar sus problemas económicos es levantando la política de bloqueo y persecución financiera desde el exterior. Esa política equivale a apagar un incendio con gasolina, en lugar de agua. Más allá de la brutal demonización de su figura por parte del aparato de propaganda del capitalismo global, el presidente Nicolás Maduro es una persona con mentalidad abierta y no dogmática. El clima de hostilidad política, económica e incluso bélica dificulta las acciones gubernamentales para superar los problemas económicos de Venezuela. De todos modos, esta situación también trae consigo nuevas oportunidades, como la diversificación de nuestras relaciones económicas con otros centros de la economía mundial.
El planeta, por suerte, es mucho más amplio y promisorio que EEUU y la UE. Me preguntas sobre los CLAP. El Presidente ha insistido en que no son una política coyuntural, pero también en que deben elevarse más allá de la caja de alimentos para convertirse en un sistema que incluya la producción local y distribución popular de los alimentos, que le den al pueblo independencia frente a los monopolios y oligopolios de la producción y distribución de alimentos, que siguen teniendo inmenso poder en el abastecimiento y fijación de precios de productos de primera necesidad.
Sobre el Plan Vuelta a la Patria, puedo confesar que ha sido toda una sorpresa para mí la positiva acogida que ha tenido entre muchos venezolanos, que han regresado por miles a su país luego de probar suerte sin éxito en otras latitudes. Yo mismo suelo recibir por mis redes sociales mensajes de compatriotas pidiendo apoyo desde distintos países para retornar a Venezuela. Yo no soy de quienes ven la migración como algo necesariamente negativo. Más bien, es un derecho humano. Los italianos tienen larga experiencia migratoria. Italia no ha dejado de ser Italia porque muchos italianos hayan migrado hacia otros países, entre ellos el mío. Venezuela no dejará de ser Venezuela porque un número determinado de sus nacionales haya decidido migrar. La abrumadora mayoría de los Italianos se quedó en Italia. La abrumadora mayoría de los venezolanos se quedó en Venezuela. Y las puertas siempre estarán abiertas para que regresen, con o sin los aviones oficiales del Plan Vuelta a la Patria.
4) ¿A nivel internacional se critica fuertemente el hecho de no permitir la entrada en Venezuela de las ayudas humanitarias. ¿Cómo explicar la situación?
No es cierto. Cualquiera que desee enviar a Venezuela eso que llaman “ayuda humanitaria” puede hacerlo, cumpliendo con los protocolos internacionales y las leyes nacionales. Hoy mismo, ya, si tú deseas enviar una medicina o algún alimento a Venezuela puedes hacerlo por los mecanismos regulares, respetando los controles legales, aduanales y sanitarios. De hecho, el presidente Nicolás Maduro ha anunciado conversaciones con la Unión Europea para, en coordinación con la ONU, avanzar en la cooperación en esta materia.
Claro, antes que recibir donaciones, Venezuela prefiere pagar medicinas o alimentos que vengan desde el exterior, como ha hecho con Rusia, por ejemplo, por un asunto de dignidad y soberanía. Sin sanciones ni persecución financiera no tendría sentido todo el show que han montado alrededor de la supuesta ayuda humanitaria que no es tal. No es aceptable para Venezuela ni para ningún país del mundo que se desconozca el Derecho Internacional y la soberanía nacional para introducir a la fuerza un Caballo de Troya, detrás del cual, como lo dicen abiertamente EEUU y sus lacayos, se prepara una intervención extranjera en mi país.
Recientemente, por cierto, un avión con medicinas compradas por Venezuela en Qatar fue retenido y devuelto por España, cuyo gobierno supuestamente “socialista” se ha puesto a la cola de la política troglodita de Trump, arrastrando a una parte de Europa en esa desvergüenza.
5) El presidente de Estados Unidos dirige un durísimo embargo financiero y económico contra Venezuela. ¿Qué decir a los países de Europa que concuerdan con esta estrategia de Trump?
Ya lo dije: es una vergüenza para Europa ponerse una vez más a la cola de EEUU en esta materia. Ya pasó con Aznar, Blair y Bush en relación con Irak. Un millón de muertos después se confirmó que nunca existieron en Irak las armas de destrucción masiva que sirvieron de pretexto a la invasión. Ahora Sánchez y otros líderes europeos viven su “momento Azores” con Trump frente a Venezuela. Están cediendo a la política de extrema derecha, creyendo que así obtendrán algún rédito político interno o se salvarán de la oleada neo-macarthista que está echando a andar Trump en todos los campos, incluyendo el cultural.
Se engañan: Primero van por nosotros y, si se lo permitimos, después irán por ellos. Por todos los que en algún momento tuvieron alguna conducta o gesto medianamente progresista o de izquierda, incluso la que se precia de educada, razonable, moderada, liberal y democrática. Eso vale en Europa y también dentro de EEUU, donde la desinformación, el miedo y el cálculo electoralista conspiran contra los principios, reales o aparentes, de grupos y personas enfrentados a las barbaridades de Trump y las corporaciones.
6) Ministro, ¿existe la posibilidad de una opción miliar? ¿De una invasión del Venezuela?
La respuesta no me corresponde a mí. Ya la han dado Trump y su títere Guaidó, al poner sobre la mesa todas las opciones, incluida la “opción militar” contra Venezuela. Cosa insólita y que a la vez comporta, en sí misma, un acto de violencia. En Venezuela la Ley de Protección de la Mujer para una vida libre de violencia establece que cuando un hombre le dice a una mujer que siente deseos de golpearla ya está incurriendo en violencia contra ella. Por analogía, cuando una superpotencia militar, la única que ha lanzado dos bombas atómicas contra el planeta, y ha destruido varios países como Libia, Siria, Irak, Afganistán, se atreve a amenazar a Venezuela con la misma suerte, está incurriendo en violencia psicológica contra su población.
Las víctimas no somos los funcionarios del Gobierno sino las mujeres, los adultos mayores y los niños venezolanos, a quienes Trump y sus aliados se empeñan en causar el máximo sufrimiento. De todos modos, si decidieran emprender la aventura de la invasión, eso no sería “coser y cantar”, como dice el dicho popular. Más bien se cumpliría el pronóstico del Che Guevara sobre “uno, dos o tres Vietnam” en América Latina. No es lo mismo invocar el demonio que verlo llegar.
7) La población venezolana, ¿con quién está? Desde los medios internacionales parece que casi todos están con la oposición. Un domingo las televisoras mostraron a Guaidó durante una misa en una iglesia en Caracas, donde los presentes fueron a felicitarlo y aplaudirlo.
La población venezolana escogió a Nicolás Maduro como presidente el 20 de mayo de 2018, cuando derrotó al candidato opositor Henri Falcón, quien por cierto venía de ser jefe de campaña de Henrique Capriles Radonski en las elecciones del 13 de abril de 2013, que también ganó Nicolás Maduro tras la partida física del comandante Chávez.
Claro, en las zonas más acomodadas de Caracas y otras ciudades la oposición siempre ha contado con una base electoral, que seguramente se expresó en esa misa que tú mencionas. Lamentablemente, los medios no difunden al mundo las grandes manifestaciones que el chavismo ha protagonizado en los últimos meses, especialmente el pasado 23 de febrero, cuando desbordó la avenida Urdaneta de punta a punta. El chavismo siempre ha sido invisibilizado, subestimado, despreciado. Y hoy sigue siendo, de lejos, la primera fuerza política de Venezuela individualmente considerada.
Por otro lado, es sospechoso que Guaidó, habiendo invocado el artículo 233 de nuestra Constitución Bolivariana para autoproclamarse Presidente en una plaza, no haya aplicado lo que ese mismo artículo establece: la obligación de que el Presidente Encargado convoque a elecciones en 30 días en caso de vacante absoluta del Presidente titular. Tal vacante no existe, pues allí está Nicolás Maduro elegido y ejerciendo plenamente el gobierno en Venezuela, pero en el caso de que tuviese asidero la supuesta vacante, a Guaidó se le venció el plazo constitucional para convocar las elecciones que ordena la Constitución.
Por lo demás, Trump hizo aprobar por la Asamblea Nacional de Venezuela un Estatuto de Transición inconstitucional que pretende perpetuar a Guaidó en su delirante encargaduría. El 23 de febrero se cumplió un mes de haberse Guaidó atribuido la condición de Encargado de la Presidencia, de modo que desde ese día, según su razonamiento original, no debería quedar ninguna duda de que el usurpador es él.
Un último detalle: este supuesto “presidente encargado” no ha dejado de ejercer funciones como diputado y ha encabezado sesiones de la Asamblea Nacional. Es decir, él se cree la encarnación simultánea de dos poderes del Estado, el Ejecutivo y el Legislativo. Me recuerda a Luis XIV -con el perdón de Su Majestad- con aquello de que “el Estado soy yo”.
8) Al igual que en abril de 2002, la jerarquía de la Iglesia católica está -una vez más- del lado del golpista. ¿Por qué?
Porque esa jerarquía es coherente con su tradición retrógrada y conservadora. Si esa jerarquía está más que incómoda y molesta porque el Papa sea un hombre como Francisco, ¿cómo va a estar feliz de que hombres como Chávez y Maduro sean presidentes? Fíjate que ni siquiera se han pronunciado contra la intervención militar extranjera y bendicen por anticipado el golpe de Estado. No han condenado la quema de personas vivas por parte de bandas fascistas en 2017. Son fascistas con sotana. Por suerte hay muchos religiosos, y sobre todo pueblo cristiano, que sí defienden los postulados originales de la iglesia, siempre al lado de los más pobres y los oprimidos.
9) ¿Cuál es la solución para evitar una guerra civil?
Más que guerra civil, el peligro es la intervención militar extranjera, abierta o encubierta. Ya la guerra urbana fue ensayada por la oposición en 2017 y el pueblo los derrotó. Ahora quieren que vengan los marines y soldados colombianos a hacer lo que ellos no han sido capaces de hacer por sí mismos. Claro, antes están tratando de convencer a los militares venezolanos, por la vía del miedo y del chantaje, de traicionar su compromiso con la Constitución y su lealtad a su Comandante en Jefe, Nicolás Maduro. No se han dado cuenta de que sus chantajes y agresiones han cohesionado más a nuestros soldados y oficiales alrededor de la defensa de la Patria.
Recientemente el jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller, y el jefe de las fuerzas militares de Colombia, tuvieron la osadía de aparecer juntos pretendiendo darle órdenes a los militares venezolanos. Una imagen que produce náuseas en los cuarteles Venezuela. Irónicamente yo escribí ese día: sigan así, van muy bien. Definitivamente, las huestes de Trump no conocen el significado de la palabra “dignidad”. En el plano político, el Presidente Nicolás Maduro ha insistido en que el diálogo es el único camino a la Paz. Pero Trump no le da permiso a los políticos de oposición para sentarse a conversar, al menos públicamente. Es más, le ha reclamado y presionado a los países que insisten en propiciar el diálogo. Pero, si no es el diálogo, ¿cuál es la alternativa? ¿La guerra?
Tomado de: Ernesto Villegas entrevistado en Diritti Globali: Trump, delante del golpe y no detrás
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