A las 7 de la mañana del sábado 16 de abril la tierra crujió y anunció el terror. Casi todo Pedernales, en Ecuador, dejó de existir. “Jamás había sentido tanto temor como la noche de ayer, ver como se movía la casa, ver caer las paredes, escuchar los gritos de mi madre, jamas pensé sentirme tan impotente”, relató un sobreviviente a la prensa. Juana Huacho, de Chimborazo, había llegado como siempre, cada fin de semana, a Pedernales para vender sus mercancías. Iba con sus hijas de 14 y 5 años. Ahora llora desconsoladamente porque cuando la tierra empezó a bramar ella solo alcanzó a rescatar a una de las niñas. La otra no estaba a su alcance y cuando ella corrió a auxiliarla, la edificación se vino abajo.
Texto: Telesur / Fotos: Presidencia de Ecuador y Agencias
Juana permanece afuera de las ruinas del hotel, llora desconsoladamente y le pide a los rescatistas que se apuren. Tal vez “mi chiquita de 5 años siga viva”. Hasta ahora van 350 muertos y más de 2 mil 500 heridos. Portoviejo, Manta y Pedernales están prácticamente en ruinas. “No tenemos comida, agua, no hay salida, estamos incomunicados, lo perdimos todo, amigos, familia y estamos en la calle. La tierra se movió y tumbó casi todo, por todas partes hay cuerpos atrapados y desde las ruinas se escuchaban gritos de auxilio”, relató otro sobreviviente.
Álvaro Benites había llegado desde Guayaquil a la Bahía de Caráquez con su esposa. “Estábamos en el hotel La Piedra, que está al pie del mar. A eso de las 19H00, que nos preparábamos para salir a Canoa, empieza a moverse todo en la habitación, se caían los televisores, lámparas, espejos… Enseguida nos arrimamos a la puerta, tratamos de coger lo que pudimos y salimos corriendo”.
“No había luz y había escombros en el piso. Nos trepamos al carro y salimos de ahí, lo más lejos posible del mar… En el camino encontramos postes de luz caídos, casas derrumbadas, gente gritando en las calles abiertas… Llegamos hasta un punto en que ya los carros no avanzaban porque el puente de Portoviejo se había caído y busqué otra ruta de salida hacia Guayaquil… Pregunté a un policía y me dijo que coja por la vía Manta-Montecristo… En el camino había huecos, rocas de las montañas que hay por un tramo… La gente estaba desesperada…”.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, llegó este lunes a Portoviejo, capital de Manabí, y recorrió las zonas afectadas por el terremoto. Además, conversó con los damnificados para conocer de primera mano lo ocurrido durante y después del sismo. La corresponsal de Telesur en Quito, Verónica Rivadeneira, informó que el Presidente se encuentra reunido en un gabinete ampliado de ministros en el Palacio de Carondelet para evaluar todos los temas, entre ellos la provisión de servicios básicos.
“Me ha dolido mucho pero hay que seguir, hay que levantarse y seguir. El pueblo ecuatoriano es un pueblo valiente, esperanzado, con convicción; así que saldremos adelante”, expresó el mandatario. Se espera un pronunciamiento del Ejecutivo con respecto a las acciones que se van a tomar para continuar enfrentando la emergencia. Asimismo, precisó que de los 100 privados de libertad que se fugaron de la cárcel de Portoviejo ya se han capturado 30.
Los obreros del sector eléctrico en Manta dicen: “Compañeros, hoy logramos restablecer 3 de las 4 subestaciones que hay en Manta. Mañana tenemos que comenzar a distribuir el suministro eléctrico, por lo pronto solo el 5 por ciento de Manta está energizado hasta el hospital, donde estarán personas que quieren ayudar”.
El alcalde de Pedernales pide que le donen ataudes pues las familias están velando a sus muertos en plena calle.
Una autoridad local del cantón Jama, provincia de Manabí, a través de los micrófonos de Radio Tropicana, emisora que hizo una maratónica cobertura del evento, manifestó que el 30-40 por ciento de las viviendas de esa localidad se encuentra en el suelo tras el devastador terremoto que asoló la provincia de Manabí, la más afectada del país.
“Fue un infierno”, expresó la autoridad al graficar la tragedia. La gente se volcó a las calles, los carros como que saltaban, se viraban, el subcentro de salud colapsó, no tenemos combustibles ni energía eléctrica expresaron. Ningún hotel ha quedado parado, reportó Radio Tropicana.
César Correa, director de Radio Shalom, contó que el terremoto de la costa del pacífico ecuatoriano fue tan fuerte que se sintió con gran intensidad en la ciudad amazónica de Macas provincia de Morona Santiago. La gente salió a las calles llena de pánico. “Un ciudadano de Pedernales que trabajaba para un hotel de la localidad supo decir que en cuanto sintieron el sismo salieron a la calle; pero un compañero regresó al interior del hotel para ayudar a otras personas, pero no pudo salir ya que el edificio colapsó”, comentó.
Hasta el momento se han producido 319 réplicas del devastador terremoto, según el Instituto Geofísico de Ecuador. La magnitud más alta de esta serie de temblores ha sido 5,1, mientras que el saldo mortal del sismo del pasado 16 de abril, que tuvo una magnitud de 7,8, ha aumentado a 350 personas. El foco de la sacudida principal se ubicó a 20 kilómetros de profundidad y entre las ciudades de Pedernales y Cojimíes, en la provincia de Manabí.
“Estamos vivos”, dice una mujer, quien prefiere no dar su nombre, aunque sí comentar su situación. Su rostro no refleja alivio, sino preocupación por no saber cómo se sustentará su familia. Y también por la tristeza de la muerte de varios de sus vecinos, reseñó la BBC. A una cuadra del lugar, un edificio se cayó y con ello solo uno de los miembros de la familia vecina logró sobrevivir.
En cuanto a la escuela, un profesor murió durante el terremoto. “Y la señora que siempre nos ayudaba con el corte de cabello también desapareció. Ha sido horrible. Solo puedo decir que estamos vivos (…) Tal vez venga la ayuda, pero luego ¿qué vamos a hacer? Lo perdimos todo. ¿Qué van a comer nuestros hijos más adelante? ¿Dónde van a estudiar?”, se lamenta la mujer.
Tomado de: EN FOTOS: El terremoto en Ecuadro dejó en ruinas la ciudad de Pedernales
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