La programación del décimo tercer Festival Mundial de Poesía de Venezuela abrió un espacio este miércoles en la Galería de Arte Nacional (GAN) para rendirle un merecido tributo al insigne escritor trujillano, Ramón Palomares, fallecido apenas el pasado 4 de marzo y quien fuera el primero poeta homenajeado de esta fiesta anual del género lírico, en ocasión de su tercera edición realizada en el año 2006.
Correo del Orinoco (Texto: Luis Jesús González Cova / Foto: Miguel Romero)
El evento contextualizado en una exposición plástica vinculada al creador andino, en la que figuran, entre muchas otras piezas, textos del escritor, una fotografía de gran formato con su rostro y la obra Tejedora de nubes, seleccionada por el pintor Manuel Quintana Castillo para ilustrar la portada de una antología de Palomares, contó con la participación de su viuda María Eugenia Chávez, junto al director ejecutivo del Biblioteca Ayacucho Edgar Páez y el también poeta, amigo del homenajeado William Osuna, presidente de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.
Lejos de observar la obra de Palomares desde un punto de vista académico y formal, la actividad cargada de semblanzas anecdóticas se concentró en recordar al poeta en un entido más familiar, más amistoso y humano.
HACE 40 AÑOS
Durante la jornada el poeta William Osuna recordó cuando conoció a Palomares en un local de la Sabana Grande de 1976, donde se lo presentó el también escritor Orlando Araujo. “Él (Palomares) se paró me abrazó y yo comencé mi fase laudatoria… Creo que todo el mundo le habrá dicho alguna vez (como en uno e sus poemas más célebres) Pajarito que venís tan cansado”, citó el presidente de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello.
En aquella oportunidad, contó Osuna, acompañó incluso a Ramón Palomares a comprarse un par de zapatos, para luego compartir con él y el resto del grupo una larga jornada que terminó con un desayuno en el antiguo Café Edén, donde se consiguieron además a Francisco Massiani y a Héctor Gil Linares.
“Cuando llegué a mi casa busqué la vieja edición del libro Paisano, prologado por Oscar Sambrano Urdaneta y estuve toda la mañana leyendo a Plomares. Desde ahí comenzó un diálogo interminable e intermitente que siempre parecía que lo hubiéramos detenido ayer aunque en realidad hubiera pasado año y medio”, narró Osuna.
PRIMERO LA LENGUA
De las primeras recomendaciones referentes a la literatura que le hiciera Palomares a Osuna fue leer Los trabajos de Persiles y Sigismunda de Miguel de Cervantes. “Si usted es poeta, lo primero que debe hacer es enamorarse de la lengua que profesa, leer lo mejor que se ha escrito en nuestra lengua”, citó el caraqueño a su colega y amigo trujillano.
Con el tiempo “En una fase mimética” Osuna devino en facilitador de talleres de creación literaria. Y aún ahora repite a las y los participantes en las jornadas de formación que le corresponde guiar aquellas palabras dichas por Ramón Palomares hace 40 años, “que se enamoren de su idioma y luego la conviertan en un maracuchismo-leninismo o lo que quieran. Pero primero es necesario dominar lo que van a deshacer”, recomendó una vez mas el escritor.
Osuna habló además sobre la militancia activa de Palomares en la izquierda venezolana, su preocupación por la situación actual del país, su apego a la Revolución Bolivariana, su admiración por el Comandante Eterno Hugo Chávez y su afición por el béisbol.
Por su parte el director ejecutivo de la Biblioteca Ayacucho comentó su experiencia junto a Palomares en el proceso de edición de una antología personal en la cual el peta intervino en cada una de las partes del proceso.
“Fue muy interesante porque tuvimos la oportunidad de verlo no ya como poeta sino como lector y editor de su propia obra. Vimos al artista consagrado preocupado no por lo que va a decir sino por la forma como e van a presentar sus poemas. Cuando comenzó a revisar se dio cuenta de un error en una edición de 1970”, reveló Edgar Páez.
Especialmente interesante resultó para Páez cuando solicitó como portada d ela antología una obra de su amigo, Manuel Quintana Castillo, que además, por deseo del escritor, debería escoger el artista plástico fallecido también este año, un mes después de la partida de Palomares.
En el tributo también se proyectó un breve material audiovisual en el cual se ve y escucha al autor recitando su poema “Pajarito que venís tan cansado”
REIMPRESIÓN
Durante el homenaje el sello oficial Monte Ávila Editores Latinoamericana aprovechó la oportunidad para presentar la reimpresión de la Antología Poética de Ramón Palomares publicada por primera vez en 2005.
Tomado de: Ramón Palomares fue homenajeado en el Festival Mundial de Poesía
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