Después del 24 de noviembre el público caraqueño sabrá dónde queda Corozopando. La nueva apuesta del cine nacional se filmó allí, en ese pequeño poblado del estado Guárico que inspiró a la guionista Karin Valecillos (El Amparo, 2016) a escribir El DiCaprio de Corozopando, una historia fresca, cargada de identidad y pensada para plantear otros discursos distintos a los ya tradicionales en la gran pantalla nacional: la violencia, la lucha entre poderes, por citar ejemplos. Aroldo Betancourt, Marta Estrada, Jennifer Flores, y los dos protagonistas: Luis Yánez y Dubrasli Loreto, ambos habitantes de Corozopando y ajenos hasta 2014 del trabajo de actuación, son parte del staff de actores que participan en la cinta.
Texto: AVN
“Esta película es para los niños y los jóvenes. Es una propuesta optimista, pensada para hacer reír pero también para mostrar un gran mensaje: la unión familiar”, cuenta Nelson Leman, gerente de comunicaciones de la productora estatal Villa del Cine.
En detalle, la historia transcurre en las peripecias que el alcalde de Corozopando (Aroldo Betancourt) y el joven Rubén Darío (Luis Yánez) deberán hacer para convertir al pequeño pueblo en el lugar más popular de todo el estado. A medida que el joven crece —narra Leman— “el protagonista hará todo lo posible por impulsar al pueblo hasta que este surja de verdad y ese es el mejor mensaje de la película: el empuje, el trabajo por el rescate de los valores y la identidad”.
Corozopando es un pequeño pueblo ubicado al sur de Calabozo en el estado Guárico. Su población no sobrepasa los 1.000 habitantes, pero es conocido por sus quesadillas, carne en vara y posadas. Un día, la profecía de un espíritu hace que todos siembren su esperanza en el niño Rubén Darío, quien pareciera destinado a ser el DiCaprio de Corozopando. Esto lo aprovecha Gregorio, el alcalde del pueblo, quien siempre ha soñado que esta localidad sea reconocida por el mundo entero.
Leman ha visto la película al menos cinco veces y su valoración sobre el trabajo logrado es grata. Además, el director celebra que después de su estreno, al menos cuatro películas más figuren en la lista de producciones que la Villa del Cine estrenará entre el cierre de este año y el inicio del próximo. “Eso sin contar los documentales en los que también estamos trabajando” expone.
“A nivel de taquilla el cine venezolano ha tenido grandes y bajas. Sin embargo, en la Villa hay fe en el cine nacional, que últimamente ha dado como frutos películas como La planta insolente (Román Chalbaud, 2016) y Bárbara (Jhon Petrizzelli, 2017). El objetivo es renovar el discurso y crear en otros géneros como la comedia, el misterio, el terror, y también hacer películas de corte policial”, agrega.
El DiCaprio de Corozopando se verá en las salas de cine comerciales de las principales ciudades del país y, al terminar su período de exhibición en taquilla, pasará al circuito de salas alternativas.
Tomado de: Identidad nacional y el valor de la familia son las bases de El DiCaprio de Corozopando
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