miércoles, 24 de mayo de 2017

Baile de la Yuca, sabor y ritmo de un municipio aragüeño

En 1997 surge en el municipio Francisco Linares Alcántara, en el estado Aragua, zona centro norte del país, el tradicional y original Baile de la Yuca, el cual ha cautivado a propios y visitantes con su contagioso ritmo del joropo, acompañado de la más deliciosa gastronomía elaborada con este saludable tubérculo.


Texto: AVN


Las tierras fértiles y propicias para el cultivo de la yuca, ubicadas en la jurisdicción, específicamente, en la comunidad de Coropo, se han convertido en una importante referencia en la producción de este alimento, que en esta zona tiene una particular suavidad y gusto.


La yuca de Coropo, como se le conoce en la entidad, tiene un alto valor histórico para el pueblo linarense y se mantiene como parte del acervo cultural, así como de las potencialidades de la localidad.


El famoso rubro, dio paso a la expresión genuina de sus habitantes, con la creación del Baile de la Yuca, celebrado cada segundo sábado del mes de mayo y en el que participan niños, jóvenes y demás habitantes del municipio.


Durante los primeros años esta celebración se mantuvo cautiva en un club social, visitado por los lugareños, sin embargo, logró extenderse rápidamente a otras comunidades que se contagiaron del popular baile.


La manifestación surge por iniciativa de un equipo promotor conformado por Bruno Emilio Niño, Jaqueline Fagúndez, María Herrera y Carlos Vera “El Caminante”, este último compuso la letra del “Baile de la Yuca”, con una canción que enaltece este tradicional alimento.


Bruno Niño, uno de los promotores de esta histórica manifestación cultural por más de 40 años, cuenta que en cada edición son más las personas que se unen a esta gran fiesta, llevada de manera itinerante en diferentes espacios de las tres parroquias del municipio, Santa Rita, Francisco de Miranda y Monseñor Feliciano González.


El evento cultural es acompañado por la presentación de más de 18 suculentos platos preparados con este alimento, como las arepas de yuca, ponche, casabe, chicha, torta, quesillo y la más variada dulcería criolla.


Baile generacional


El señor Niño, quien además forma parte de la Asociación Cultural Amigos del Baile de la Yuca, destaca que la intención es mantener el arraigo de las manifestaciones culturales en la población y que puedan ser promovidas es escuelas y comunidades.


“Tenemos que rescatar nuestra música autóctona y defender nuestro música del joropo central; a través de la zona educativa, estamos gestionando que se inserte este baile dentro de las manifestaciones culturales del estado, para que los maestros puedan ofrecer toda esa información”, explicó.


El baile se ha mantenido como icono cultural establecido en el sentir de los lugareños, por esa visión de ser transmitido de generación en generación, para exaltar la producción de la yuca como una de las principales actividades económicas de la jurisdicción.


Bruno destaca que la Asociación conformada por 16 cultores, participa de forma constante en presentaciones culturales a lo largo del año, además de impartir talleres educativos, que muestran el origen y celebración de este originario baile.


Joropo central


El cultor señala que el joropo central utilizado en este baile posee una particular fascinación que genera la ejecución de sus instrumentos y forma de bailar que lo convierten en un ritmo autóctono de la región central, con ciertas variedades.


En el Baile de la Yuca, se utiliza el arpa, las maracas y el buche (cantador), a diferencia de otros estados vecinos como Carabobo, donde se incorpora la bandola.


En el vestuario las mujeres se presentan con vestidos floreados o unicolores, mientras que los hombres deben llevar por ley una camisa manga larga blanca o el tradicional liquiliqui, con alpargatas o botas.


Otra peculiaridad de la tradición, es que los participantes siempre se miran a la cara, nunca observan los movimientos en otras partes del cuerpo.


“El hombre es quien zapatea, la mujer solo hace el baile, porque si zapatea es un reto para el hombre”, agregó Bruno.


Rico alimento


Para el señor Bruno, la yuca es un excelente alimento sano y balanceado, por lo que debe fomentarse su consumo y producción en los hogares venezolanos.


“Estas tradiciones también son una manera de incentivar la producción de este alimento, ya que en cualquier vivienda las personas pueden tener un cultivo de yuca”, dijo.


Este tubérculo posee importantes aportes nutricionales, gracias a su alto contenido en hidratos de carbono, vitaminas y minerales, esenciales para conservar la buena salud.


Estas potencialidades agrícolas y culturales del pueblo, se mantienen vigente en sus tradiciones y en los valores que se imparten en las comunidades, como es el caso de la manifestación autóctona del Baile de la Yuca.






Tomado de: Baile de la Yuca, sabor y ritmo de un municipio aragüeño

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