En febrero, Oliver participó en una protesta en Plaza Venezuela a la que asistió con un cartel que decía “quiero curarme”. El joven de piel oscura, cabeza rapada y con una mascarilla, posó con un cartel que decía: “quiero curarme – paz – salud”. La foto se volvió viral. Cerca de Oliver había algunos policías, y en redes sociales se decía falsamente que fueron reprimidos.
En ese momento, su abuela denunció que tenían dificultades para adquirir las quimioterapias. Pero al final consiguieron el tratamiento en el Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS, institución pública adscrita al Ministerio de Salud), en algunos hospitales y gracias a donaciones de particulares.
“Es inocultable el problema de las medicinas. De verdad fue tediosa la búsqueda”, explicó Alexis Sánchez en una entrevista a El Nacional. El video fue publicado, pero las palabras del padre no fueron reseñadas en ninguna nota periodística.
“Hubo informaciones que salieron en los periódicos que no eran ciertas. Se puso como que él no tenía medicamentos. Él, en realidad, siempre se le consiguió su medicamento. Claro, no de una manera fácil, como debe ser. Que vamos a tal sitio y compramos. El seguro (IVSS) siempre tuvo la medicina de él, pero había el temor ―como faltaban una o dos― de que que uno fuera, hiciera su cola, incluso me pasó en varias oportunidades que no había esto. Pero después acudíamos a las redes y el medicamento aparecía”.
Sánchez señaló que se pasaban constantemente mensajes a través de redes para buscar las medicinas faltantes. “El poder de Dios es muy grande y las medicinas aparecieron. Aquí entra mucho la parte de Dios, porque de verdad no le faltó. Unas se conseguían en el Seguro (IVSS) y otras las conseguía gente conocida que los tenía. Corríamos a buscarlo. Él siempre tuvo… ah claro, cuando nos pedían algo, era un sufrimiento. Íbamos con la mente positiva y recorríamos infinidades de sitios. Incluso entrando en la misma clínica, nos pidieron medicamentos”.
“Igual hacía falta la protesta porque sí había niños que no la tienen. Él tuvo la suerte, gracias a Dios”, señaló Sánchez. “Oliver se mantuvo alegre, activo, que quería esto, quería lo otro. Le gustaba jugar con los amiguitos, era hiperactivo, le gustaba mucho salir. Era muy apegado con los amigos. Demasiado, diría yo”, contó. “Era muy débil de conseguirle las vías. Era una tragedia cada vez que le agarran una vía. Después se le descubren otras patologías”.
En otra entrevista, hecha por Carla Angola para el canal El Venezolano desde Florida, el señor Sánchez reiteró: “Queríamos aclarar muchas situaciones. Hubo unas informaciones que no fueron como tal. Para ser sinceros, sí es preocupante la situación de las medicinas en Venezuela, pero gracias a muchas partes humanitarias, mediante redes que nos ayudamos unos con otros, logramos conseguirle las medicinas”. Reiteró que en el Seguro Social se conseguían diferentes medicinas, pero no todas. Una de ellas tuvo que ser enviada por amigos desde el exterior. Sin embargo, a través de las redes se logró conseguir apoyo y “que no le fallaran las medicinas como tal”.
Diferentes medios señalaron, por su parte, otra realidad: “La muerte de un chico por falta de medicamentos indigna a Venezuela”, señala el diario argentino La Nación. “El niño Oliver Sánchez falleció a los 8 años de edad por falta de medicamentos en Venezuela”, señaló NTN24. “El niño Oliver Sánchez perdió su lucha contra la escasez de medicinas“, señaló El Estímulo. “Los niños siguen muriendo en mi país por falta de medicinas. Esto es para ti, Oliver Sanchez”, dice una canción que le dedicó la pianista Gabriela Montero. “¿Cuántas muertes más? Y Maduro niega la ayuda humanitaria de la Iglesia. Esta muerte tiene responsable“, escribió María Corina Machado. “La fotografía de un pequeño negrito con un cartel”, describió El Nacional.
Últimos días
Su madre, Mitzaida Berroterán, señaló que él estaba bastante bien tras haber recibido seis ciclos de quimioterapia; en las tomografías salió bastante limpio. Luego, le dio meningitis ―su madre supone que lo adquirió en el hospital donde fue atendido― y cuando se le lleva a terapia intensiva y se hacen los estudios, se dan cuenta de que hay infiltración a nivel del sistema central, producto de la inflamación. “Fue muy vulnerable. Él estaba muy débil”.
Antes de salir del hospital se le siguen haciendo sus pruebas y determinan que la bacteria de la meningitis ya está controlada. La doctora decidió darlo de alta pensando que en su casa se reanimaría, pero estaba muy débil, casi no podía caminar ni comer. “Pensamos que en la casa podría cambiar ese estado”, pero él le pedía descansar y rechazó muchos alimentos, en los últimos tres días antes de entrar en coma. “Por dentro se sentía agotado”.
Acciones del gobierno
En Venezuela, la caída de los precios del petróleo, el contrabando, el “bachaqueo” y la guerra económica han dificultado enormemente la importación, producción y distribución de medicamentos. Otros se han encarecido notablemente. Y otros se consiguen, pero a través de revendedores que hacen vida en redes sociales como Facebook, vendiéndolos a precios muy por encima de los marcados.
El gobierno de Nicolás Maduro ha respondido con la activación de la Agenda Económica Bolivariana, una serie de planes que incluyen la activación de quince ejes para la reactivación industrial y de la producción. El segundo, activado en febrero con la participación de 52 empresas, de ellos está dedicado a los fármacos y medicamentos.
El pasado 6 de mayo, el gobierno aprobó 4 millones de dólares para apoyar la producción de medicinas a través del Grupo Farma, y se firmó un acuerdo que permitirá el intercambio de tecnología, insumos y productos para el Motor Farmacéutico. El convenio permitirá “incorporar más de 2 millones de unidades de productos farmacéuticos al país y más 350 tipos de medicamentos que se incorporarían a los programas de abastecimiento y de salud, sobretodo el programa de atención inmediata Salud ya, el 0800-SaludYa”.
En febrero también se activó un sistema de emergencia para suplir de medicamentos a la población, a través de los módulos Barrio Adentro, los Centros de Diagnóstico Integral (CDI), las farmacias del IVSS y las 67 farmacias FarmaPatria en todo el país. Igualmente, se activó un sistema de teléfonos gratuitos, el 0800-Salud-ya (0800-725.8392), para facilitar a la población la ubicación de medicamentos.
El gobierno venezolano también mantiene unas 55 farmacias que suplen medicamentos de alto costo, que normalmente estarían fuera del alcance de la población por sus elevados precios.
En los diferentes relatos de Mitzaida Berroterán sobre los últimos días de vida de Oliver, no se señala que la causa de su deceso haya sido la imposibilidad de conseguir algún medicamento específico, aunque sí cuenta que incluso en la clínica se les pidió buscar determinadas medicinas.
Con esto no se busca esconder ni subestimar la delicada situación con las medicinas que se vive en Venezuela y que mantiene en una situación desesperada a muchas familias, ni sus legítimas protestas buscando que se solvente esta situación, y que ―sabemos― mantienen a una importante cantidad de personas dentro del gobierno trabajando duramente buscando soluciones. Pero sí hay que notar que un sector del país tiene mucho interés en usar estas desgarradoras muertes con una finalidad política, e incluso buscando una intervención en Venezuela.
Tomado de: Padre de Oliver Sánchez: "A él siempre se le consiguió su medicamento, pero no era fácil"
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