Texto: Prensa FMN
El cuadro que se exhibe durante este mes en los espacios del MAM parece debatirse entre lo académico y lo aprendido por Brant en el Círculo de Bellas Artes, va de lo lírico a la ensoñación. Los tímidos colores cálidos de las flores, recuerdan los espacios abiertos y la luz opaca de un ambiente entre paredes.
La formación de Brandt se enmarca en lo formal pero su trabajo sufre un giro luego de su incursión en el llamado Círculo de Bellas Artes en 1912 y, particularmente por el contacto con el artista rumano Samys Mutzner, modificando sus parámetros estéticos con paisajes, bodegones e interiores llenos de luz, trazos pastosos y contornos remarcados.
Después de cursar estudios en Hamburgo, Brant regresó a Venezuela en 1889. En 1896 recibe clases de dibujo y pintura en el estudio de Michelena, luego, influenciado por las enseñanzas del maestro viaja a París a finales de 1898 y durante un tiempo recibe clases de Jean-Paul Laurens (maestro de Michelena), así como en la Academia Colarossi y en La Grande Chaumiere, de la ciudad francesa.
Regresa finalmente en 1906 cuando ingresa a la Academia de Bellas Artes donde recibe la influencia de Antonio Herrera Toro para posteriormente formar parte del movimiento del Círculo de Bellas Artes con toda su renovación y rebeldía. Visite el MAM este mes y aproxímese a la obra de Brandt en El Museo de la Pastora, le invita el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a de la Fundación Museos Nacionales.
Tomado de: Cofre de flores, los parámetros estéticos de Federico Brandt
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